1.-¿Qué te inspiró para escribir la novela?
El hecho de ser mujer y ver cada día noticias de asesinatos y nuevos
casos de terrorismo machista en España. Empecé a leer informes del Centro Reina Sofía para el estudio de la violencia
y se me quedó grabada esta frase: “los agresores suelen matar de cerca y
utilizar métodos extremadamente crueles”. Se incluian datos y
porcentajes sobre los tipos de agresiones, todos ellos escalofriantes.
Mi preocupación por el tema se intensificó cuando llegó a equipararse el
terrorismo de ETA con el machista que asesina a mujeres y niños, de
modo que se requirió un gran pacto de Estado. Supongo que ese fue el
detonante, el origen de Emma, y también donde reside gran parte de su
fuerza y humanidad. Debo confesar que en ella hay rasgos de mi abuela
materna, una mujer que sufrió duante más de cuarenta años la presencia
de un marido maltratador. De hecho hay un punto en la novela basado en
ella, algo que ocurrió en la vida real y que me conmocionó siendo niña.
Luego al relato se unió Colombia de una forma pasmosamente sencilla y
natural. Es este un país que me fascina especialmente y que permanece
envuelto en su propia problemática desde hace ya demasiados años. Como
dedico parte de mi tiempo libre a colaborar como apelante en la ONG
Amnistía Internacional, dispuse de información de primera mano sobre
situaciones que violentaban los derechos humanos, y la trama nació de
mis estudios sobre Ingrid Betancourt y la situación política del país.
Colombia es un paraíso en el que el blanco de las orquídeas puede
fácilmente teñirse con el rojo de la sangre, donde más de 13.000
personas han sido privadas de su libertad por la fuerza desde 1996. Fue
todo un reto intentar comprender ese mundo y arrojar a Emma en sus
selvas.
2.-¿Cuáles son tus mitos literarios? ¿Y cinematográficos?
En lo tocante a literatura me he decantado siempre por tres autores: Alberto Vázquez-Figueroa, Anne Rice y Fiódor Dostoyevski.
En mi biblioteca, entre otros cientos de autores increíbles suele
írseme la mano hacia los libros de estos tres, supongo que porque crecí
leyéndolos y ellos han sido siempre mi refugio e inspiración. Tengo en
mi haber casi todas sus obras y no he dudado nunca que descubriría algo
interesante en ellas, por muy diferentes que sean sus estilos y
temáticas. Antonio Gala también tiene cabida en mis lecturas, de hecho
hay un precioso libro suyo lleno de amor y sentimientos que se menciona
en “La Dama Negra”.
Si pienso en el cine lo cierto es que me impactan las películas
dirigidas por Quentin Tarantino, salvajes y descarnadas, o las de Tim
Burton, extrañamente hermosas y con un leve toque tétrico. No obstante
soy fan declarada desde que era niña de clásicos como Star Wars, Los
Inmortales, Star Trek o Terminator. También me gusta el cine
independiente, de hecho uno de mis largometrajes preferidos es “Contra
la pared” de Fatih Akin (Oso de Oro Berlín 2004).
3.-¿Cómo te documentas para poder ambientar tus novelas?
Para mi la documentación es la parte más difícil. Normalmente
prende en mi cabeza una idea ya definida que me sitúa en un tiempo y
espacio concretos, y a partir de ahí los personajes me exigen que
“defina los contornos”. Hace años necesitabas acudir a bibliotecas
especializadas y meter la nariz entre docenas de libros para sacar
conclusiones claras y específicas, sin embargo hoy en día con las nuevas
tecnologías tenemos el mundo en la palma de la mano y el problema no es
ya documentarse, sino realizar una criba real y objetiva entre toda la
polución informativa que existe sobre un mismo tema. Ambientar “La Dama
Negra” en la actual Colombia del narcotráfico y las guerrillas me costó
casi dos años, y de entre todos los datos recopilados recuerdo
especialmente un reportaje de Carlos Villalón titulado “Caquetá, tierra
de cocaína” (National Geographic) que reflejaba la vida en ese país de
forma magistral.
4.-¿Qué personaje enmascara tu “alter ego”?
Emma, la protagonista. Ella es la otra cara de la moneda, un instrumento de la muerte. Es fuerte y además de madre y amante es
una mujer cabreada, peligrosa, el tipo de persona con la que no quieres
tener problemas, con la que no debes meterte porque puede resurgir de
sus cenizas convertida en algo sorprendente. Ella es capaz de pensar lo
impensable, de sobrevivir contra toda esperanza. Siempre que pienso en
Emma me vienen a la mente una pistola calibre 9 milímetros Parabellum y
ropas negras, toda ella son disparos y sangre.
5.-¿Qué novela te gustaría haber escrito?
Tal vez “El jinete de Bronce” de Paullina Simons, porque fue
un libro que estuve tentada de estampar contra la pared, con el que me
enfadé y al que dejé de lado durante semanas hasta que la curiosidad me
pudo y me obligó a retomarlo. El triángulo amoroso que se forma en la
historia llevó al límite mi paciencia, pero son precisamente las novelas
que nos vuelven el mundo del revés y nos provocan convulsiones las que
no se olvidan jamás. A mi entender esa era una historia de amor y
supervivencia sencillamente preciosa, y por supuesto me habría encantado
poder escribir algo semejante.
6.-Una epoca / vida épica digna de novelar.
El siglo XVIII, a caballo entre África y América, con la
temática del esclavismo. Cuando las personas de color eran considerados
por muchos como una raza indigna e inferior y sin embargo empezaron a
alzarse voces denunciando la esclavitud como lo que realmente era, un
acto terrible, un crimen de lesa humanidad. Es una época dolorosa para
el recuerdo pero que me intriga y en la que sin duda sería intersante
profundizar.
7.-¿Cuáles son los ingredientes que incluyes en tus relatos?
Juego sobre todo con la sorpresa, me encantan los libros que te
dejan boquiabiertos desde la primera página y eso intento conseguir
siempre con mis escritos. Además considero sumamente importante que el
final resulte inesperado, me aburren tanto las películas como las
novelas en las que puedes prever el desenlace a medio camino (suele
ocurrir sobre todo con el género romántico y con el cine comercial). Mis
relatos se componen de realidad cruda y directa, sin tapujos ni rodeos,
porque sé que la vida es acción y movimiento. Por eso no puedo escribir
para niños, autocensurarme no entra en mis planes, mis personajes deben
moverse con libertad, matar, amar y morir por el mero placer de
hacerlo.
8.-Un escritor inmortal.
León Tolstói, sin asomo de duda. Teníamos algunos tomos suyos
en la biblioteca de casa e intenté acercarme a su obra con catorce años
sin conseguir entenderla, pero como siempre he dicho, incluso para la
lectura hay que tener una edad (no física, sino espiritual). De mis años
escolares recuerdo con especial aversión las “lecturas obligatorias”
que te encaraban con clásicos y obras de teatro como si realmente fueras
a disfrutarlas. La única que recuerdo es “La Fundación” de Antonio
Buero Vallejo, y de hecho los dos últimos capítulos de “La Dama Negra”
están en cierto modo dedicados a esa obra. Hubiese sido perfecto poder
leer a autores como Suzanne Collins, J. K. Rowling o cualquier otro más
próximo a mi yo de aquel entonces. Forzar la lectura es un gran error,
yo así lo entendí con “Guerra y Paz”: cuando años después estuve lista
para leerla, consiguió maravillarme.
9.-¿Qué estás escribiendo ahora?
He dado un paso hacia el “lado oscuro” y estoy inmersa en una
novela de terror. Es complicado y divertido, no había intentado antes
moverme en el mundo de la fantasía. Hace muchos años gané un concurso
escolar con un pequeño cuento que ahora me sirve de punto de partida. Me
rondaba desde hace tiempo la idea pero no conseguía darle cuerpo hasta
que me senté delante del ordenador y empecé a teclear. Escribir de noche
es una buena forma de meterme en el papel. Me siento orgullosa de lo
que va saliendo. Espero poder colgar los primeros capítulos en alguna
red social para estudiar la reacción de los lectores.
10.-Queremos preguntarte acerca de la dificultad del mundo editorial. ¿Es complicado publicar?
La lógica matemática es complicada, que una editorial
te publique es casi simposible. No llegué a desanimarme a pesar de las
muchas negativas que me enviaron las editoriales a las que envié mi
novela, pero intentar publicar conlleva un esfuerzo y un desgaste
importantes. Un pequeño éxito que me infundió valor fue quedar
semifinalista en el Premio Cultural Iberoamericano “Territorio de la
Mancha” de Miami en el año 2005 con una novela que permanece inédita;
aunque también me ayudó saber que a J. K. Rowling la rechazaron multitud
de veces antes de darle la oportunidad precisa, al igual que hicieron
con Gabriel García-Márquez y su “Cien años de soledad”.
En el mundo editorial puedes encontrarte con grandes profesionales que
te aconsejan y guian y con empresas que te despachan con una frase
descuidada. Legaron a proponerme escribir en negro para autores más
conocidos, esos mismos que ocupan las librerías y estantes de miles de
bibliotecas, librerías y centros comerciales por doquier, pero yo no
escribo por dinero, tal pretesión sería ridícula. Por ello me alegro de
que ahora exista la posibilidad de autoeditarse o incluso de darse a
conocer de forma gratuita en redes sociales, blogs o portales de
literatura en internet, porque lo que hace la Editorial Abecedario no es
muy común, casi nadie apuesta por autores noveles desconocidos que
deben labrarse un camino a la sombra de los grandes y eternos
escritores. No obstante, aquí stoy yo, presentando “La Dama Negra”,
porque todavía hay quien cree que sobre literatura no está todo escrito.
11.-¿Qué te gustaría que te preguntaran en una entrevista y todavía no lo han hecho?
La verdad es que las entrevistas que he realizado hasta la
fecha están muy bien pensadas, ya sean las de radio o prensa escrita, y
todas ellas hacen hincapié en los puntos importantes, que es aquello que
a mi también me gusta saber sobre los escritores cuando presentan una
novedad editorial. Por ello os agradezco esta oportunidad que me habéis
brindado, me ha encantado responder a vuestras preguntas.
Un abrazo y ¡nos leemos!
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